Watson pretendía demostrar cómo los principios del condicionamiento clásico, recientemente descubierto por Iván Pávlov, podían aplicarse en la reacción de miedo de un niño ante una rata blanca.
El pequeño Albert fue escogido como sujeto de experimentación por su gran estabilidad emocional. Mediante el experimento, Watson pretendía demostrar cómo podía condicionar la reacción de miedo de Albert hacia una rata blanca, que inicialmente no provocaba en el niño ninguna reacción aversiva, cómo podría generalizar esta conducta a otros estímulos similares y, por último, cómo eliminar esta conducta.
Según describen Watson y Rayner, los objetivos que perseguían con su experimento eran dar respuesta a las preguntas:
¿Puede condicionarse a un niño para que tema a un animal que aparece simultáneamente con un ruido fuerte?
¿Se transferirá tal miedo a otros animales u objetos inanimados?
¿Cuánto persistirá tal miedo?
El procedimiento seguido fue el siguiente: Se seleccionó a un niño sano de nueve meses, Albert, para el experimento. Se le examinó para determinar si existía en el un miedo previo a los objetos que se le iban a presentar (animales con pelo), examen que fue negativo. Sí se identificó un miedo a los sonidos fuertes (como golpear una lámina metálica con un martillo fuertemente).
El experimento dio comienzo cuando Albert tenía 11 meses y tres días. Consistía en presentar al niño un objeto de color blanco al tiempo que un ruido fuerte (que se lograba golpeando una barra metálica detrás de la cabeza del niño).
Después de varios ensayos, el niño sollozó ante la presencia de una rata, y posteriormente generalizó su respuesta a otros estímulos: un perro, lana, un abrigo de piel, etc.
El experimento no pudo llegar a término, no alcanzándose la fase de descondicionamiento, debido a que Albert fue sacado de la unidad hospitalaria en que se encontraba antes de su conclusión.
El experimento con el pequeño Albert abrió el debate sobre la ética a la hora de experimentar con seres humanos, contribuyendo al establecimiento de límites para este tipo de experimentos en la denominada psicoética. Finalmente núnca se supo con exactitud lo que sucedió con el pequeño Albert.
V
7 comentarios:
POR MI PARTE NO PRESTARIA A MI HIJO PARA EXPERIMENTOS Q NO SABEN EN Q TERMINAR... CONSIDERO PESIMO GUSTO
Muy de acuerdo contigo anónimo, realizar experimentos de esta clase requiere antes de un estudio ético para analizar hasta dónde se debe llegar; sin embargo, este trabajo se realizó en los inicios de la psicología experimental, y al igual que en todos los campos de la ciencia, los primeros investigadores desconocen cual es exactamente el límite que debe existir. Saludos.
me pregunto si albert aun vivira con ese miedo a las pieles, ratones, perros, o se habra olvidado? me gustaria saber.
albert o commo realmente se cree ke se llama douglas, murió a la edad de 5 años, producto de una hidrocefalea, y nunca se supo si generó una extincion del la conducta
Era otra época, otras ideas, esto apenas comenzaba /:
ANONIMO ESK ESTOI MAZO D ACUERDO CN TIGO XQ EL POVRE NIÑO NO TIENE LA KULPA DE NADA Y AORA ESK VIVE CON TRAUMAS K NO SE PUEDEN REPARAR Y COMO DISE ANONIMO2 DE KE A MUERTO ESK FLIPO PORK ES KULPA D EL TIO ESTE OSEA K ASCO NO ENTIENDO KOMO ASEN ESO, BSS, ME GUSTO EL ARTIKULO OS KM
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