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agosto 27, 2009

Desahogo social


Es necesario aclarar que el escrito catártico no es lo mío, pero dado el contacto con psicólogos obliga a comentar lo sucedido, sobre todo para aquellos dedicados al área social.

A continuación un dialogo entre un refinado y hábil político taxista y su servidora.

Taxista - ¡A dónde iremos a parar? a este paso terminaremos con la poca democracia que nos dejó Franco...

Yo - Franco el dictador? el generalísimo? Claro, la “democracia” de Franco era muy efectiva: los que no estaban de acuerdo con el régimen se los convencía en el paredón.

Taxista - …

Yo - La culpa era de ellos porque hablaban demasiado…

Taxista - Es lo que digo…

Yo - Y pensaban demasiado. Sí, definitivamente la libertad está sobrevalorada. Una de dos, o eres un buen actor, o un buen velocista… la inteligencia te persigue pero eres más rápido.

Me recuerda la frase de Kurt Tucholsky: La ventaja de ser inteligente es que así resulta más fácil pasar por tonto. Lo contrario es mucho más difícil.

Que hacer con la gente cuando pide un dictador?


Sandra

1 comentario:

Anónimo dijo...

extraño... alguien que escribe en un blog sobre el conductismo, hable catarticamente, a final de cuentas nadie es perfecto no???